La vida de Meylin Estrada Delgado, una valiente madre soltera de Puntarenas, es una historia de superación que conmueve. Con su trabajo vendiendo vigorones en el Paseo de los Turistas, no solo sacó adelante a su hijo de 7 años, sino que también cumplió el sueño de convertirse en doctora en enfermería.
La historia fue compartida por el periodista Christian Campos Lostalo en la página Costa Rica Positivo.
Desde muy joven, Meylin entendió que el esfuerzo era su mejor aliado. Tras graduarse del Colegio Técnico Profesional de Puntarenas en El Roble en 2001, aprendió a preparar y vender vigorones mientras ayudaba a una señora cerca de los kioscos del Paseo de los Turistas. Durante 21 años, Meylin sirvió sus vigorones con dedicación, pero hace siete años trazó una meta que cambiaría su vida: ser enfermera profesional.
En diciembre de 2020, en medio de la pandemia, Meylin logró graduarse como enfermera. Su primer trabajo fue en el Hospital Max Terán de Quepos, y actualmente desempeña su labor en el Hospital Monseñor Sanabria, combinando su profesión con la venta de vigorones en sus días libres.
“Si se quiere salir adelante, no importa de dónde se venga”, afirma Meylin, quien creció en el Barrio El Progreso junto a sus padres. Con esfuerzo y perseverancia, demostró que no hay límites para los sueños, incluso cuando las circunstancias parecen adversas.
Meylin es un ejemplo del espíritu luchador de las mujeres puntarenses. Entre vigorones y batas blancas, su historia nos recuerda que, con determinación y amor por lo que se hace, es posible transformar cualquier sueño en realidad.
*Con información de Costa Rica Positivo.
